Para algunas mamás y papás la crianza de sus hijas e hijos puede ser una labor emocionante, conmovedora y motivo de una profunda felicidad, sin embargo, esto no exenta los múltiples desafíos que pueden enfrentar. Beatriz Díaz Torre, presidenta del Consejo, y socia fundadora de De Cero a Tres Fundación A.C., organización dedicada a que niñas y niños en primera infancia sean reconocidas como personas sujetas de derecho para alcanzar su desarrollo cerebral y mejorar su calidad de vida, nos explica en qué consiste el Desarrollo Infantil Temprano (DIT) y la importancia de que lo sepan mamás, papás y personas que tienen bajo su cuidado niñas y niños en primera infancia.
Aprendizajes para toda la vida
El Desarrollo Infantil Temprano se refiere al desarrollo físico, cognitivo, lingüístico y socio-emocional de los niños y niñas en primera infancia, es decir de 0 a 6 años. Sabemos gracias a la ciencia que el cerebro durante los primeros años de vida crece como en ninguna otra etapa de la vida, por lo que aspectos como la relación responsiva, la protección, la salud, la nutrición, el aprendizaje, la educación, el cariño y la atención son fundamentales para el sano crecimiento durante la niñez y para el resto de su vida.
Aspectos importantes para el futuro
La experta de la organización De Cero a Tres, comenta que, si bien durante la primera infancia se adquieren un sinnúmero de aprendizajes, “dos de los más importantes que impactarán el resto de la vida escolar, laboral, familiar y social son: sentirse querido y el manejo del estrés”, por lo que resulta imprescindible los conocimientos y capacidades que adquieran las familias para desempeñarse como responsables del presente y futuro de sus niños y niñas. Además, agrega que:
Es importante que la relación sea responsiva, es decir con interacciones entre la mamá, papá o adulto que lo tenga bajo su cuidado, por ejemplo, al platicar con el o la bebé desde los primeros meses, tomar turnos y dejar pausas para escuchar e imitar sus sonidos; al jugar nombrar objetos o preguntarles sobre los colores o formas, dialogar; tener interacciones que detonarán que se formen conexiones neuronales que configuran la arquitectura cerebral.
Hay que proteger a niñas y niños de la violencia, abandono y estrés tóxico que puede ser generado por una situación adversa, debido a que esto impacta de manera negativa el desarrollo del cerebro.
“El Desarrollo Infantil Temprano tiene sus cimientos en el cuidado sensible y cariñoso que las mamás y papás tienen hacia sus hijas e hijos; en un amor activo y responsable de su desarrollo”, afirma.
Para finalizar, la experta comenta que, durante la primera infancia es posible valorar de manera sistemática las habilidades motoras, cognitivas y socioemocionales de un niño o niña, lo cual permite establecer estrategias y áreas de atención prioritarias para que alcancen su máximo potencial o bien en caso de ser necesario, remitirse a un especialista.
Para saber más:
De Cero a Tres
Desarrollo del niño, Organización Mundial de la Salud
#LaNiñezImporta
