La Meta 4 del Pacto por la Primera Infancia dice: “Lograr que 90% de niñas y niños de 1 y 2 años reciban todas las vacunas que les corresponden”. Es correcto que una de las metas de este Pacto sea la vacunación para el beneficio de todos los niños por muchas razones.
La vacunación ha demostrado que es eficaz y segura, y gracias a ella se logró erradicar del mundo una enfermedad como la viruela y se controlaron otras, como la rubéola, sarampión, poliomielitis, fiebre amarilla, difteria, tétanos, tos ferina, entre otras, que sobre todo afectan a los niños en la primera infancia. Hoy estas enfermedades están en riesgo de resurgir por las bajas coberturas en el mundo, incluyendo México.
La inmunización pasiva como la lactancia materna (Meta 3) y la inmunización activa como la vacunación (Meta 4) han sido las bases y el ejemplo, junto con la higiene y la nutrición, para la prevención de enfermedades y del desarrollo del primer nivel de atención de la salud, y debemos de retomarlas, con modificaciones a las situaciones sociales actuales, para que vuelvan a ser la base de nuestro sistema de salud en México.
El evitar las enfermedades infecciosas durante los primeros años de vida es esencial para el desarrollo de todas las personas, la vacunación previene la enfermedad y con mayor importancia las muertes, secuelas y complicaciones de las enfermedades, por ejemplo, la polio paralítica que dejó a muchas personas discapacitadas de por vida antes de la vacunación.
En este momento, después de haber padecido la pandemia de covid-19, estamos en una situación de mucho riesgo por las bajas coberturas de vacunación y es de vital importancia retomar el camino de las inmunizaciones.
Hoy tenemos una tormenta perfecta para las enfermedades prevenibles por vacunación: con un sistema de salud poco funcional, en especial en el primer nivel de atención, que tuvo grandes afectaciones durante la pandemia, el aumento de los mitos, información errónea y rechazo a la vacunación, y la interrupción en las cadenas de suministro de vacunas que ha generado desabasto.
La disminución de las coberturas es una consecuencia de esta tormenta que está evolucionando a la aparición y el aumento de enfermedades prevenibles por la vacunación, por ejemplo, el sarampión y la tos ferina que han aumentado este 2024 en Europa, y México puede presentar la misma situación en el corto plazo.
Enderezar este camino no va a ser rápido, nos va tomar años regresar a los niveles de coberturas previas a la pandemia y más años llegar a los niveles óptimos de la vacunación.
Retomar la vacunación para la niñez: ¡sí podemos y lo vamos a lograr!, pero debemos empezar ya a trabajar en conjunto con la sociedad, gobierno, empresas, organizaciones internacionales, trabajadores de la salud y todos los involucrados en esta importante actividad.
No solo es necesario tener las vacunas, si no tener en cantidades suficientes, en todos los lugares, en condiciones adecuadas, que las personas estén informadas y convencidas para acudir a aplicárselas, que los trabajadores de la salud fomenten las inmunizaciones, resuelvan las dudas y apliquen las vacunas, así como muchas otras actividades en donde nos debemos involucrar todos como sociedad.
Debemos construir un nuevo sistema de salud universal con innovación financiera, educativa, operativa, tecnológica, informática y más, pero debemos asentar las bases de la prevención para que sea sostenible porque se necesita una verdadera vida saludable para todos.
En el Pacto por la Primera Infancia, las organizaciones y personas que lo conformamos estamos comprometidos con la vacunación universal para todas las personas, que ni una niña o niño más se queden sin sus vacunas y sin salud, sin importar en donde se encuentren, porque no queremos ni una persona más con una enfermedad prevenible por vacunación.
Los invitamos a que todos nos sumemos a este Pacto por la vacunación y por la niñez, revisando nuestras cartillas, informándonos, acudiendo a la vacunación, no compartiendo información errónea, investigando las fuentes de información y más.
No lo olvides: las vacunas funcionan, son seguras y eficaces: ¡Vacúnate!